Una larga historia de conexiones y brechas dispares, que van desde la interacción recíproca y las influencias mutuas hasta las controversias, recorre las relaciones entre las artes visuales y la arquitectura. Aunque difieren en sus funciones comparten la creación de formas plurales de la experiencia y del habitar humano. Desde las vanguardias modernas de las primeras décadas del siglo XX hasta la condición glocal de nuestra contemporaneidad, esos préstamos y querellas han conllevado un hacer reflexivo permanente sobre sus propias disciplinas y sus relaciones. Esas conexiones configuran lo que Hal Foster ha denominado “el complejo arte-arquitectura”.
La celebración de la I Bienal Internacional de Arquitectura de Euskadi será un contexto propicio para presentar en diferentes espacios educativos, culturales y museísticos una revisión de algunos desafíos contemporáneos que afectan a la arquitectura y al urbanismo; pero, asimismo, es un acontecimiento que también favorecerá la presentación de conexiones con las artes visuales. Una red de muestras en las galerías de arte Altxerri, Kur, Arteko, Ekain, y Vetus Art reunirá a artistas que dialogan con aspectos de estos pasajes entre disciplinas.
Galería Kur
Una muestra de carácter misceláneo reunirá a cinco artistas cuyas obras establecen un diálogo con diferentes aspectos vinculados a la arquitectura y al urbanismo. En el caso de Javier Balda, una serie de collages juegan con la idea de representación y con una memoria de formas diagramáticas. Xabier Laka, desde un enfoque constructivista establece una tensión fronteriza entre la idea de escultura y de maqueta arquitectónica, para la proyección de procesos imaginarios y de objetos que definen un modo de habitar la percepción y la experiencia. Carlos Cánovas, a través de una series de imágenes que captan paisajes periféricos, industriales o urbanos registra una suerte de archivo crítico sobre espacios en transformación. Xabier Idoate, expone una serie de polípticos de imágenes digitales que parten de una memoria de tipologías arquitectónicas y urbanas y que derivan a una especie de tramas distópicas o de paisajes dislocados y críticos. Víctor Arrizabalaga, desde la práctica escultórica sintetiza una memoria de signos relativos a la ciudad, la arquitectura y el lenguaje que se enuncian como metáforas objetuales.
Comisario: Fernando Golvano
Organiza: Ancora
Foto: Xabier Idoate